La foto la saqué en el portón de una casa por la que pasaba todos los días camino al trabajo, y dice: Se perdió en esta casa una tortuga. Se llama Pancha y toma remedios porque está enfermita. Se ofrece recompensa.
Solo el pensar que una tortuga enferma se pueda escapar me produce risa negra.
No se olvide entonces de amarrar a su tortuga cuando enferme.
This entry was posted
on Wednesday, July 12, 2006 at 7:44 PM.
You can skip to the end and leave a response.