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More sour than sweet

Lo que me pasa entre que salí de la universidad y que decido qué demonios hago.
 

Groupie



El jueves pasado me invitaron a ver a Los Tres. Supuestamente era una "tocata" improvisada en un restorante. Digo improvisada pues al llegar me encontré que de eso poco quedaba. Por años fueron mi banda preferida -confieso que hoy nadie ostenta ese título- pero en épocas escolares llegué a escuchar hasta un par de veces al día el primer disco, el que hasta hoy hago aparecer en mi equipo cada cierto tiempo.
El hecho que al llegar a la puerta tuvimos que recurrir a un amigo para que nos hicieran pasar, pues los siempre atentos y amorosos guardias no dejaban entrar ni las propinas. Al ingresar finalmente me encontré con la asistencia más curiosa con la que me ha tocado compartir un lugar. Muchos anteojos de patas gruesas (confieso que tambièn tengo), mucha "zapatilla urbana" (mea culpa) gente de televisión (Sergio Lagos, Felipe Binachi y etcéteras de variados medios), músicos, actores, locutores... hasta gente que fueron ayudantes en mi universidad. La primera reacción es caminar con el índice de la mano derecha extendido diciendo : "mira, ahi está....". Hasta hace un par de años coleccioné autógrafos (a fin de cuentas, solo sirven para coleccionarlos) de gente de bajo perfil. El tenerlos no era tan placentero como el pedirlos, y la cara que ponían. Así tengo de Eduardo Ravani, Vivi Kreutzberger, Mauricio Israel, Luis Jara, y destaca mi preferido: Lizardo Garrido. Esta "tocata" se prestaba para aumentar exponencialmente la colección, pero toda la gente que estaba en el lugar parecía estar acostumbrada a asistir a fiestas con los protagonistas de la revista Vea -"todo lo que a usted le interesa". Asi que había que hacerse el cul y pretender estar acostumbrado a codearse con la gente de la tele sin maquillaje, por lo que decidí postergar mis afanes coleccionistas.
Fue una muy buena noche. Alcancé a verlos buen rato, y después se transformó en fiesta. De hecho poco me importó tener que trabajar al día siguiente. Pero una noche de ese calibre no podía terminar si no era con un momento "pastel". Vi a una de las dueñas de un link que tengo en este blog (me dijeron que era ella), y de la nada le dije, "hola, yo leo tu blog, y me encanta. Escribes muy bien". Del momento en que terminé de emitir el último de esos sonidos, me vi diciendome que no podía ser tan idiota. Ella me dijo "gracias", mientras su cara era la misma de John Cusack cuando le decían que su música era buena y el contestaba "Si sé." De ahí un silencio de los que Mia Wallace (de Pulp Fiction) llamaría incómodos, y yo tratando de volver a poner cara de cul. Esas situaciones en que uno no sabe qué cara poner (me pasa también cuando me cantan "cumpleaños feliz" y pasan los primeros 8 segundos, que son los que mi sonrisa parece eso y no una mueca, y también cuando me encuentro con alguien en un semáforo, converso tres frases, y me lo vuelvo a encontrar en el semáforo siguiente). Nunca había sido groupie, y menos con "aspiraciones". Pero si uno publica o hace algo público, es de esperar que se le acerque gente a hablar precisamente de eso. Nunca me hubiera esperado un "Si sé que hago bien lo mío, ahora quiero proseguir con mi vida". Con el tiempo he aprendido que una buena conversación que pinte para dificil debe ser cmo un partido de ajedrez. Uno debe tener más o menos claro como hilarla, o mejor no hacer la jugada. Pero no... me la jugué por un jaque pastor, y no tenían ganas de jugar. Así que una noche increíble necesitaba un contrapunto para hacerla creíble. Quizás cuando tenga mi programa de algo, pueda tener más tema de conversación.
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At 7:11 PM, Blogger Unknown said...

Bien Benjamín, al fin la vulnerabilidad. La valentía de deir que eres cobarde. Lo bacán de ser un perkin. lo soberbio de la humirdá.
eso de mostrarse como una guagua de pecho frente al mundo entero.
(tampoco es pa tanto, sólo quería ser enfático)    



At 5:18 PM, Blogger in_door said...

jajajajajaj,
¡me puse roja! ¡YO!
ahhhh, por qué no me contaste esa parte!
tengo la imagen imaginaria de tu cara luego de ver la cara de ella pegada en la vista
badiós, poeta bohemio desvergonzado
(jajaja)    



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