En primer año de universidad me hicieron hacer varios dibujos de mis manos. Nunca las había mirado con mucha detención; siempre habían estado conmigo. Siempre pensé que las
manos eran más o menas parecidas, y que las mías eran medianamente bonitas. Me di cuenta de lo difícil que puede ser dibujar las propias extremidades, pero además de eso, que se parezcan a las que uno tiene... porque si tiene cinco dedos, técnicamente es una mano.... pero al final, aunque suene obvio, son todas distintas. De ahí a que todo es distinto es un paso.
Mi pie izquierdo es totalmente distinto al derecho y es difícil encontrar a alguien con un pie igual en alguna parte. Sin embargo, somo muchos los que calzamos lo mismo..."calzamos".
Hace algún tiempo fui a comprar ropa. "¿Qué talla es usted?" -"Large o extra large" (eran camisas, por cierto), y nunca encuentro algo que me quede perfecto. Mi karma son las mangas, por lo que para evitar malos ratos compro de mangas cortas. Dentro de las peculariedades de cada individuo, una de las mías son mis brazos largos.
Es paradójico, entonces, que aún si todos somos ditintos, que hayan solo cuatro portes de personas: small, medium, large y extra-large. Pero por temas de economía entiendo que haya que estandarizar.
Un tío mío, quién corresponde a a la definición más exacta de "personaje" (si es posible de-finir-dar fines- a un personaje) que conozco, en una ocasión llego a mi casa con un zapato café y el otro negro. Ante la pregunta evidente contestó que se debía a que de sus pares, el escogido era el que le acomodaba más a cada pie. Sensato me parece hoy en día.
No se si es meramente por temas económicos, pero hay una costumbre por vivir de acuerdo a un envase. Muchas veces he ido al Mc Donalds y si bien he tenido hambre solo para una hamburguesa, la tentación de agrandar las papas solo por 200 pesos me ha ganado. Y termino comiendo todas las papas que vienen en el "cucurucho", cuando lo más curioso es que ni me gustan las papas del Mc Donalds.
En mi casa siempre me he comido lo que me sirven, independiente del hambre que tenga. Si me sirven mucho, como mucho, y si me sirven poco... Pero solo de un tiempo a esta parte me he sometido a comer solo lo cuanto quiero.. A dudar de lo que me sirven darme cuanta de cuanta hambre tengo... a dudar del envase.
A fin de cuentas, todo se estandariza para que la vida se haga más fácil y nos entendamos todos.. No sería cuerdo ir a comprar 38,4 gramos de maní a una tienda. O 12,88 mts. de cable telefónico. Sería un embrollo. Si ya cuando hay que comparar el precio de una mantequilla de 200 grs. con una de 250 grs nos superan las matemáticas.
El tema es cuando este concepto de los envases se aplica a todo; a raíz de una conversación en que salió el tema que todos nuestros padres a nuestras edades había hecho todas las cosas a las que nosotros le tenemos miedo: hijos, familias, trabajos, y pocos etcéteras más, (si bien es una constante....SIEMPRE los papás hicieron todo antes que nosotros... al menos lo que socialmente es considerado bueno). Pero sin buscar culpas ni culpables, me di cuenta de que a los 27 años, salí de la universidad solo hace uno. No es que me haya rascado la barriga y zonas anexas durante 9 años, ni que haya estado trabajando en alguna ONG habiendo congelado la carrera. Simplemente hice la carrera de arquitectura en el tiempo en que la hicimos muchos de mis amigos.... Solo 8 años. Hay que decir que es una carrera que en el lindo papel que te dan cuando todavía quieres tener el pelo largo dice que dura 6 años y medio. ¡ Seis años y medio! ¡Es demasiado tiempo! Y todo eso para hacer casitas o trabajar en una municipalidad. A esta edad mi papá ya me tenía, y yo soy el tercero. En cambio yo soy soltero, no trabajo hace más de un año y aún no se si me gusta lo que hago. O dicho de otra manera, hay muchos otros intereses que tengo y que quiero explorar.
Hablaba con un hermano que vive en EE.UU. y me decía que si bien él es administrador de empresas, en la multinacional en la que trabaja, además de haber gente de todos lados, entre sus compañeros de trabajo hay geólogos, sociólogos, artistas... y todos hacen cualquier cosa menos lo que estudiaron. Porque a fin de cuentas, la carrera poco importa: Clos de Pirque: la calidad va por dentro. Uno es más que lo que dice el cartón que te entregan tras varios millones pagados en 6 a 8 años.
Pero veo que acá no es tan sencilla la cosa. Seguimos comprando los vinos por etiquetas... por mucho que "haya sido envejecida en barricas de roble canadiense"... o que "tenga notas de almendro y porotos verdes". Uno compra lo que ve más que lo que le gusta. Nunca me ha llegado alguien con un Gato blanco de regalo para un cumpleaños, aún cuando hay gente que lo prefiere por sobre otras marcas. Entonces, aquí se vé lo que se estudió, en dónde... y poco importa el interés que uno tenga. ¿Quién va a contratar a un arquitecto como periodista? Nadie, pues ¿no ven que en la etiqueta dice "arquitecto"?... Los vinos tintos NUNCA se toman con pescado... lo dice clarito en la etiqueta.... Los tallarines se cocinan CON ACEITE, sino, salen malos.... Acaso no leíste el paquete? PAQUETE cuento entonces...
Todo termina cabiendo en o siendo definido para que el resto lo entienda. curioso, no?
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on Monday, July 03, 2006 at 7:51 PM.
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